Y verdad es que hasta el pasado junio no podía ni acercarme al salmón, y ahora, soy como medio adicta.
Hay que decir que vivir en Irlanda me cambió. Mi familia tenia una casa en Clifton (la parte mas oeste de Irlanda) y prácticamente estaba rodeada de océanos. A tan sólo 30 metros de casa, se encontraba "the salmon house", como ellos llamaban a la casa del pescado o pescadería donde cada día vendían el pescado fresco recién pescado allí mismo.
Valerie, mi madre de allí, era apasionada del salmón y lo comía a todas horas. Que si salmón ahumado, salmón marinado, paté de salmón, salmón al horno, con verduras, a la sal... No tuve otra opción que probarlo!
A partir de aquel instante empecé a comerlo como churros (que por cierto los odio!) y por eso hoy os presentó una de las maneras de cocinarlo: a la sal.
INGREDIENTES:
- 2 Lomos de salmón
- Sal gorda para cocinar
- Orégano
- Tomillo
LA RECETA PASO A PASO
Mezclamos la sal gorda con un poco de agua para humedecerla, así se hará mejor la costra.
Añadimos la sal encima la piel del salmón y luego procedemos a cerrar el pescado dentro de papel sulfurizado que previamente hemos pintado con un poco de aceite.
Veremos que el salmón se cuece muy rápido y que si nos despistamos nos quedará seco y no será agradable para el paladar. Por eso, lo semi coceremos y lo retiraremos del fuego antes que este listo del todo.
Retiramos la costra de sal y la piel del salmón vigilando que la sal no penetre en el lomo, sino podría quedarnos demasiado salado.
Volvemos a meter el lomo en el fuego. Le añadimos el orégano y el tomillo y lo hacemos vuelta y vuelta para que coja un poco de color y termine de hacerse en su punto.
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